Templo Parroquial

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NOVENA A SAN VICENTE DE PAUL

Aquí puedes encontrar y descargar la novena a San Vicente de Paul que se hará durante los 9 días en el templo parroquial. Ofrécela con fe a Dios pidiendo la intercesión de San Vicente por tus necesidades y las de tu familia. No olvides también orar por los necesitados, por los enfermos, por los que sufren, por la paz, por los gobernantes de las naciones, por el Santo Padre Francisco y por toda la Iglesia, especialmente nuestra Parroquia.

Haz click en el siguiente enlace y descarga en versión PDF el texto de la novena a San Vicente de Paul:



NOVENA A SAN VICENTE DE PAUL

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios todopoderoso y eterno, que llenaste de caridad el corazón de san Vicente de Paúl, escucha nuestra oración y danos tu amor. A ejemplo suyo, haznos descubrir y servir a Jesucristo, tu Hijo, en nuestros hermanos pobres y desdichados. Que en su escuela aprendamos a amarte a Ti con el sudor de nuestro rostro y la fuerza de nuestros brazos. Por sus oraciones, libra nuestras almas del odio y del egoísmo; haz que todos recordemos que un día seremos juzgados sobre el amor. Oh Dios, que quieres la salvación de todos, danos los sacerdotes, las religiosas y los apóstoles seglares que tanto necesitamos. Que sean entre nosotros los primeros testigos de tu amor. Virgen de los pobres y Reina de la Paz, obtén para nuestro mundo dividido y angustiado, el amor y la paz. ASÍ SEA.

DIA PRIMERO
(Aprendamos de San Vicente la caridad para con los niños)

Qué bien impresas estaban en San Vicente las palabras del Divino Maestro: “Dejad que los niños se acerquen a mi”.  Cuánto atractivo tenía para él la edad de la inocencia.

Desde los niños expósitos abandonados al abrir sus ojos a la luz, hasta los pobres harapientos que pululaban por las calles de París.  Quién será capaz de contar los miles y miles a quienes preservó de una muerte segura a quienes proporcionó alimento, vestido y sobre todo educación sólidamente cristiana gracias a la sabia organización de sus obras?  Quién no ve los innumerables niños que encuentran todo lo necesario para la vida en los establecimientos sostenidos por el espíritu de San Vicente de Paul?

Llenémonos de este espíritu y hagamos cuanto nos sea posible a favor de tantos niños que piden el pan que sacie su hambre, el pan que alimenta su inocencia, el pan que dé consuelo a su corazón y no encuentra quién se lo reparta.

Pidamos además a San Vicente que interponga su valimiento ante Dios para conservarnos niños en la inocencia sin la cual no entraremos en el Reino de los cielos.

DIA SEGUNDO
(Aprendamos de San Vicente caridad para con los pobres)

Los pobres quienes Jesucristo llama bienaventurados, fueron siempre la porción preferida por San Vicente.  Para los pobres fueron los primeros ahorros de su infancia, los recursos allegados a su carrera, los fondos de su comunidad, con frecuencia hasta el último céntimo, sometiéndose él y sus súbditos a costosas mortificaciones.

Para los pobres llamaba al corazón de los ricos y en su ingeniosa caridad encontraba minas inagotables que repartir entre miles y miles de pordioseros en París y que llevar a provincias víctimas de la guerra, del hambre y de la peste.

Cuántos pobres hubieran perecido en la espantosa crisis por la que atravesó Francia en el siglo 17 de no haberles socorrido San Vicente de Paul?.  “Siempre tendrán pobres entre Ustedes, nos ha dicho la verdad eterna”.

Para que siempre podamos ejercitar la misericordia, lo cual procuramos hacer principalmente tomando parte activa en alguna de tantas asociaciones de caridad que tienen a San Vicente por patrono.

Pidamos además a este gran Santo que interponga su valimiento ante Dios para conservarnos pobres de espíritu y merecer así el reino de los cielos.

DIA TERCERO
(Aprendamos de San Vicente la caridad para con los encarcelados)

Permitió Nuestro Señor que San Vicente sufriera penosa esclavitud en Berberia, para probar por su propia experiencia cuan triste es perder la libertado y aprender a compadecerse de los otros.  Y que grabada quedó en el alma de nuestro Santo tan saludable lección.

Cuánta ternura tuvo después para los pobres forzados, cuántas veces enjugó sus amargas lagrimas, consoló sus lacerados corazones, besó sus pesadas cadenas, hasta llegó a quedar voluntariamente preso en una galera para sustituir a un pobre forzado reducido a la desesperación por haber dejado a su mujer y a sus hijos en la más horrorosa pobreza.

Tendrán eficacia estos heroicos ejemplos de San Vicente para conmover nuestro corazón y estimularle a aliviar la suerte de esos que aun siendo culpables tal vez lo son menos que otros que gozan de libertado y que de todos modos siempre merecen compasión porque están purgando sus delitos.

Pidamos a San Vicente que interponga su valimiento ante Dios para que nunca arrastremos la cadena del pecado, la más dura y vergonzosa de las esclavitudes.

DIA CUARTO
(Aprendamos de San Vicente caridad para con los enfermos)

Fueron tan continuas y dolorosas las enfermedades que sufrió San Vicente durante casi toda su vida, que para otro temperamento menos activo que el suyo hubieran constituido verdadero ejercicio de satisfacción.

Qué extraño es pues, que se desviviera para aliviar a todos los enfermos, les prodigara todos los socorros y medicinas, se entretuviera afablemente con ellos y les proporcionara esas insustituibles enfermeras que se llaman “Hijas de la Caridad” quienes cuidan con esmero de los niños, los pobres, los encarcelados, los menesterosos de toda clase, viviendo en intimo contacto con los enfermos atacados de dolencias, las más repugnantes y contagiosas, manifestando de este modo su heroísmo.

Visitemos, consolemos y socorramos en cuanto nos sea posible a nuestros prójimos postrados en el lecho del dolor que el Señor premiará esta obra de misericordia como si la hubiésemos practicado con Él mismo.

Pidamos a San Vicente que interponga su valimiento ante Dios para que nos veamos libres de las enfermedades del alma.

DIA QUINTO
(Aprendamos de San Vicente la caridad para con los ignorantes)

Cuantos hay que no participan la religión porque no la conocen.  Bien persuadido de esta verdad San Vicente de Paul, se consagró con todas sus fuerzas a desterrar la ignorancia, ya instruyendo a los muchos pobres que todos los días recibían limosnas en las misiones, hasta que los ignorantes hubiesen aprendido las verdades de la fe, ya encargando a las Hijas de la Caridad que catequizaban a los niños de las parroquias donde fuesen a prestar sus humanitarios servicios.  Construyendo magníficos seminarios conciliares donde los jóvenes adquieren los sólidos conocimientos que más tarde habrían de transmitir a los pueblos.

Difundamos también nosotros la instrucción religiosa a nuestro alrededor ya sea con nuestras conversaciones o exhortando a todos a escuchar dócilmente a los predicadores del Evangelio.

Pidamos a San Vicente de Paul que interponga su valimiento ante Dios para que consigamos perfeccionarnos en la ciencia de los Santos, que han de hacernos felices en el cielo.

DIA SEXTO
(Aprendamos de San Vicente la caridad para con los pecadores)

Un corazón tan celoso de la gloria de Dios y del bien de las almas como el de San Vicente no podría menos de llorar con amargura las iniquidades de su pueblo y exhortar al arrepentimiento y a la enmienda.  No otra cosa se proponía con sus misiones, ejercicios y demás ministerios apostólicos y aun con sus obras de misericordia corporales siempre encaminadas al provecho espiritual.

Qué mansedumbre, qué afabilidad, qué dulzura en todas sus relaciones con los pecadores.  Así nada extraña que corriesen a confesarle sus extravíos, no solo las personas honradas víctimas a veces de varios vicios secretos sino hasta los mismos salteadores de caminos que llenos de lágrimas prometían a sus pies cambiar de conducta.

Con nuestras palabras, con nuestros ejemplos y con nuestras oraciones atraigamos a nuestros hermanos pródigos a la casa de Dios.

Pidamos a San Vicente de Paul que interponga su valimiento ante Dios para que nos conservemos siempre en su gracia y amistad.

DIA SEPTIMO
(Aprendamos de San Vicente la Caridad para con los enemigos)

Esta ley de Jesucristo, tan costosa a la naturaleza, fue invariable norma de conducta para San Vicente, lo mismo para los tiranos que lo esclavizaron en Túnez, para los calumniadores y perseguidores que tantos perjuicios le quisieron hacer en su fama y en los intereses de la comunidad, tenía siempre entrañas de misericordia intercediendo por quien le injuriaba para librarle del castigo, rogando a Dios por el bien de sus injustos amos, escribiendo que es necesarios alegrarse en las persecuciones y disponerse a devolver bien por mal y protestando que aunque le hubiesen sacado los ojos no dejaría de amar a sus verdugos.

Ojalá tengan estos ejemplos eficacia para obligarnos a amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos aborrezcan y a rogar por los que nos persiguen y calumnian a fin de mostrarnos hijos del padre celestial.

Pidamos a San Vicente que interponga su valimiento ante Dios para que seamos contados entre sus amigos, dignos de la eterna bienaventuranza.

DIA OCTAVO
(Aprendamos de San Vicente la caridad para con los Sacerdotes)

Había formado San Vicente concepto alto de la dignidad sacerdotal que a punto estuvo de renunciar a ella para siempre, pero conociendo haber sido llamado por Dios como Aarón, ya no se contentó con honrarla en su persona sino que hizo lo posible por procurar dignos ministros del Santuario.

Quién no reconoce en él, al verdadero reformador del clero de Francia, mediante los seminarios, los ejercicios de los sacerdotes, las conferencias de los martes donde bajo su dirección se discutían cuestiones teológicas, litúrgica, canónicas, morales y el acertado nombramiento de las personas competentes para las dignidades eclesiásticas.

Procuremos el decoro, la estima, el honor y el amor por los sacerdotes tan vilipendiados en nuestro tiempo.

Pidamos a San Vicente que interponga su valimiento ante Dios para que aceptemos y aprovechemos los poderes del sacerdote en beneficio de nuestras almas.

DIA NOVENO
(Aprendamos de San Vicente la caridad para con las almas del purgatorio)

El corazón tierno y compasivo de nuestro Santo no podía menos que conmoverse ante la consideración de las acerbas penas en que se ven envueltas tantas almas amigas de Dios, que necesitan pasar por el crisol del purgatorio hasta consumir la escoria que les impide entrar en el cielo.

En sufragio suyo dirigía continuas oraciones a Dios, ofrecía con frecuencia el Santo sacrificio de la Misa sobre todo a favor de las almas más abandonadas.
Amemos, sirvamos y ayudemos en cuanto podamos nos dice San Vicente, a nuestros amados difuntos que son miembros vivos de Jesucristo, seguros de participar algún día de su gloria.

Pidamos a San Vicente que interponga su valimiento ante Dios para que vivamos con tal pureza de conciencia que merezcamos entrar en el cielo apenas abandonemos este valle de lágrimas.

GOZOS

Excelso San Vicente de caridad modelo Gloria a tu ardiente celo del orbe admiración.

R/ San Vicente, amable Santo, Tu eres encanto de caridad y padre de pobres, oye amoroso, oye piadoso a la orfandad

Del humano doliente siempre aliviar procuras las tristes amarguras y el duro padecer.

R/ San Vicente, amable Santo, Tu eres encanto de caridad y padre de pobres, oye amoroso, oye piadoso a la orfandad

A tu voz nobles almas acuden fervorosas a remediar ansiosas los ayes del dolor

R/San Vicente, amable Santo, Tu eres encanto de caridad y padre de pobres, oye amoroso, oye piadoso a la orfandad

ORACIÓN FINAL

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso San Vicente de Paúl, que extendiste tu celo por la salvación del prójimo y remedio de sus necesidades; alcánzanos del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad animado, del cual nos entreguemos sin reservas a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea. Amén

(Todos los días se rezan tres Padrenuestros, ave María y Gloria)

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